Se trata de una casa de campo, bastante escondida, tan solo localizable si se viaja por carreteras secundarias como es nuestra costumbre. Aunque bastante desordenada aun conservaba mucho que curiosear.
Entramos por una ventana abierta en la parte posterior de la casa que nos deja justo en el recibidor de esta, esta muy oscuro, así que con cuidado abrimos algunas contraventanas para poder explorar el lugar con mas comodidad.
Encontramos varios equipos de radio en el comedor y el salón, en un mueble se conserva casi intacta la vajilla y un juego de café de porcelana, copas, fuentes y cubiertos.
Todos los muebles eran de madera maciza, algunos parecían tallados a mano, otros parecían construidos a partir de un trozo de tronco de árbol, se conservaban bien a pesar de la humedad.
La parte mas dañada de la casa era el pasillo hacia la cocina donde las talas del suelo estaban mojadas y algunas cedieron bajo nuestros pies. La cocina permanecía en completa oscuridad y la ventana parecía no querer abrirse.
Sin duda las joyas de la casa eran su maquina de coser Singer, muy antigua con un precioso grabado descolorido por el paso del tiempo y una nevera americana Kelvinator de los 50 que encontramos en la despensa.
Antes de dejar la vivienda volvemos a cerrar bien todas las ventanas y nos damos una vuelta por su enorme patio que tenia una cochera pero estaba completamente cerrada.