martes, 26 de noviembre de 2013

X-Ray Sanatorium.

   Nos encontramos hoy en una localidad de montaña con una gran cantidad de sanatorios abandonados, aunque lo correcto seria decir que primero fueron los sanatorios y la localidad se formó a su alrededor.

Los hay de muchas clases, unos mas nuevos, otros mas antiguos,o ruinosos, vacíos, con mobiliario, etc. Los chicos de Urbexploi! se los han visto casi todos por aquí y tenemos la suerte de poder elegir, en nuestro caso y para no variar elegimos el que tiene maquinaria, por supuesto.
Se trata de algunas antiguas maquinas de rayos X, y aunque el lugar no tiene mucho encanto y esta medio tapiado, esta es nuestra elección ganadora. Aparcamos la furgoneta en una calle tranquila y nos colamos por un agujero en la valla.




El ascensor era una reliquia de madera que se encontraba parado en el ultimo piso, las escaleras también eran de madera y crujían a cada paso que dábamos. Al menos las principales se encontraban en buen estado y pudimos ver todas las plantas.


El lugar esta prácticamente vacío y es bastante oscuro, pero conserva muchos detalles de tipo medico, como los quirófanos y la sala de autopsias. La pintura se cae a pedazos y muchas partes de la planta superior estan en estado ruinoso.






La mejor pieza del lugar es sin duda esta maquina de rayos vertical y casi intacta, aun conservaba la pantalla y las palancas funcionaban todavia. Me recordó inmediatamente a una muy parecida que vi en mi primera quedada con la gente del foro de CELA.





No pueden faltar las habitaciones con olor a humedad y los pasillos en penumbra, acompañados por el moho y las telarañas cubiertas de polvo, delatando el avanzado estado de abandono del lugar. Tambien encontramos alguna pintada, claro.












Para terminar echamos un vistazo a la cocina que aun tenía muchas cosas que curiosear. Estaba desmantelada en su totalidad pero pudimos encontrar un curioso lavavajillas bastante antiguo. Otra cosa que llamaba la atención era un pequeño elevador manual con manivelas, suponemos que para subir y bajar las comidas desde a bajo hasta las demas plantas del sanatorio.
El resto del lugar era todo oxido y decadencia como podéis ver en las fotos de los ganchos de carne de la despensa o en los pocos instrumentos de cocina que extrañamente aun estaban en su sitio.

Fue una visita rápida sin duda por que la luz se nos terminaba y aun teníamos que volver a España, pero personalmente la disfrute mucho, tal vez por que ya hacia tiempo que no visitábamos un sanatorio.





Aquí termina nuestro pequeño viaje por tierras portuguesas, espero que os haya gustado. Gracias también  a los chicos de Urbexploi!, David y Algaca por invitarnos, aquí podéis ver sus fotos del lugar y al Sevilla por acompañarnos en este viaje.

Saludos.

martes, 12 de noviembre de 2013

La mansión del caballo sin cabeza.


   Ya hemos visto y compartido con vosotros muchas mansiones, palacios, fincas y casas señoriales en los últimos años, pero ninguno como esta que os traemos hoy. Quizás no sea el mas impresionante arquitectonicamente hablando, pero si que es el mas increíblemente completo en cuanto a historia, antigüedades en su interior y decadencia.

   Para llegar debemos abrirnos paso a través de un montón de zarzas hasta llegar a la valla de la finca. La ventaja de este acceso es que es casi imposible ser vistos, así que una vez saltamos al interior tan solo hay que vigilar los obstáculos entre nosotros y la casa y no las miradas de los transeúntes.




















 








Pasamos por un agujero en una puerta lateral que nos conduce hasta un pequeño lagar y después al sótano, el cual veremos mas adelante, ya que en esta ocasión empezaremos a explorar de arriba a abajo.
Subimos linterna en mano por unas maltrechas escaleras que conducen a la cocina y el comedor del servicio, cruzamos hasta el pasillo principal y subimos las escaleras hasta el ultimo piso, donde hay luz natural. En este primer vistazo ya somos conscientes de cuan increíble resulta este lugar.



En esta planta hay multitud de habitaciones abuhardilladas, la mayoría usadas como almacén, en las que podías encontrar de todo, desde cabeceros de camas, cofres llenos de ropa o estanterías repletas de libros. A mi personalmente me sorprendió encontrar un telar en una de ellas. En otra habitación cercana se había provocado un incendio y tanto el techo como la habitación en si estaban muy estropeadas.




Probablemente lo mas interesante de esta planta fuera una gran habitación al fondo del pasillo llena de armarios con ropa pero también cientos de periódicos, revistas, cartas y documentos de principios de siglo referentes a temas como la moda de la época, actividades políticas o la marcha de la I Guerra Mundial.



En la primera planta encontramos las habitaciones. Detalles como los muebles con minuciosos adornos labrados a mano, las gruesas cortinas o las propias camas nos hablaban de la familia noble que habito entre estos muros.










Queda aun en esta pequeña mansión gran cantidad de mobiliario y objetos de la época, que al inspeccionarlos de cerca en muchos de ellos podemos encontrar etiquetas de inventario, como si fueran a ser tasados o repartidos como herencia, aunque ahí siguen.


Es fácil encontrar documentos en prácticamente todas las estancias. Especialmente nos llamaron la atención los cuadernos de ortografía de una de las hijas pequeñas, las cartas desde un internado que escribia otro de los hijos a sus padres o un sorprendente atlas de 1890, en el que Europa no se parece mucho a lo que conocemos hoy día.


Existe en un ala de la mansión una pequeña capilla con coloridos cristales y un altar de madera que aun conserva algo de gloria. También tiene un pequeño palco, supongo que para uso exclusivo de la familia.






La sala del piano es sin duda una de las estancias mas increíbles que he visto nunca en un abandono, con paredes cubiertas de papel pintado, grandes cortinas, sillas tapizadas y lamparas de pie entre muchos mas objetos. La mayor pega es que alguien había grafiteado dos garabatos en el lugar. A parte del desgastado piano podíamos encontrar algunos juguetes de la época, como un triciclo y un carrito para muñecos.


Mención a parte merece el caballo de madera decapitado, que capta de inmediato nuestra atención al entrar a la sala y que por mucho que buscamos no dimos con la cabeza del equino. Revisando fotos y vídeos de otros exploradores que visitaron el lugar antes, este juguete aun se podía ver completo. Lastima.




El comedor no se encontraba en buen estado, pero aun se pueden observas vestigios de su aire señorial a pesar de los estragos del tiempo y de los visitantes de dudosas intenciones.




Tuvimos la suerte de encontrar la rueda delantera de este triciclo y volver a colocarla en su lugar. Es lamentable que haya gente que se dedique a romper estos objetos tan antiguos.













Nos estamos quedando sin luz pues ya esta anocheciendo. Debería haber aprovechado y hacer mas fotos pero he preferido dejarme llevar por la emoción y recorrer el lugar observando cada detalle y objeto. Un así me llevo buen sabor de boca y aun nos quedan varias estancias por recorrer ademas de explorar el sótano.

La cocina no forma parte del sótano, pero esta en total oscuridad. Resulta increíble encontrar estos fogones de carbón, mas aun con todas sus piezas, un pequeño horno también de carbón y algún electrodoméstico mas moderno.


Aquí hay que tirar del linterna y flash. El sótano es tan grande como la casa y tan solo hay un par de tragaluces sin tapiar para iluminarlo, lo cual resulta insuficiente. El lugar es un almacén enorme, ademas de una pequeña bodega con lagar y una cochera. Aquí hay de todo en cuanto a antigüedades se refiere, desde el carro de caballos que usaba la familia hasta una maqueta del mausoleo donde están enterrados.











Creo que esta visita fue sin duda el plato fuerte de este viaje. También es un lugar para volver una y otra vez solo por verlo, leer documentos y descubrir nuevas curiosidades entre montañas de antigüedades.
Personalmente creo que hicimos pocas fotos y con este reportaje no hemos cubierto "ni la mitad de lo que vimos, y no vimos ni la mitad de lo que hay". Habría que volver ¿Verdad amigos?

Para terminar no olvidéis pasaros por la web de nuestros amigos de La Senda del Abandono, tienen un montón de fotos cargadas de detalles de este lugar ademas de vídeos. A ellos un abrazo.