Segunda parte.
Continuamos en este reformatorio portugués junto a nuestros compañeros David Galvache, Algaca y Jesus que se encuentran en algún lugar con Chenko, Adolfo, Yass y yo dejamos la iglesia para ver las plantas altas.
Aunque lo primero de todo subimos al interior de la torre del reloj, cosa que siempre me ha llamado la atención y nunca había visto en persona. Me encanto, la verdad toda esa maquinaria para dar cuerda y poner en hora el enorme reloj que coronaba la fachada de la iglesia. Las escaleras eran estrechas y el lugar muy oscuro, hubo que tirar de flash para poder hacer la foto, pero valió la pena.
Para
empezar nos topamos con un pasillo ruinoso, con el techo medio hundido y
el suelo de madera en muy mal estado, para movernos lo hacemos con
mucho cuidado, evitando pisar las maderas mas dañadas o sencillamente
las que dejan entrever el piso de abajo, intuyendo donde se encuentran
las vigas de carga y pegados a las paredes podemos explorar esta planta.
Guiados
por Adolfo, que ya había visto esta parte del complejo nos vamos
encontrando cantidad de cosas curiosas, como por ejemplo una habitación
que debió ser lavandería y que aun conservaba una lavadora bastante
antigua, pero sin duda lo mejor era la mesa de plancha, lastima no poder
acercarme mas para hacer una mejor toma.
Otra joya la
encontramos muy cerca. se trata de una curiosa nevera con el disipador
en la parte de arriba. Daba la impresión que el suelo iba a ceder bajo
el peso del electrodoméstico de un momento a otro.
Al fondo del
pasillo hayamos lo que parecía una cocina o una despensa por el tipo de
mobiliario, aunque realmente la cocina principal del complejo la
encontramos en la planta baja y era realmente enorme.
Las demás de habitaciones debían ser aulas ya que aun quedaba por allí
algún pupitre. El resto de esta planta y de la siguiente no eran muy
transitable, mayormente, como nos contaron luego por que hubo un incendio
y esta parte del edificio quedo muy dañada, si a eso le sumamos su
antigüedad y las filtraciones de agua da que pensar.
Continuamos la excursión buscando accesos a otras partes en busca de
cosas nuevas. Encontramos las salas comunes y los dormitorios, principalmente grandes espacios vacíos con apenas algo de mobiliario pero si
ciertos detalles.
Algo que nos llamo mucho la
atencion fueron dos habitaciones iguales situadas tras las escalaeras de
cada planta. Se trataba de una especie de celda de castigo, pero
impresionaba la doble puerta y el grosor del hierro de la que estaba
fabricada, hacia pensar en la clase de niños que habitaron el lugar y
sus historias.
Tras esto y sin terminar de ver completamente el
edificio principal salimos fuera para ver los edificios adyacentes, esta
vez acompañados de Chenko.
Visitamos
un enorme almacén de dos plantas con todo tipo de trastos, desde
maquinas de coser hasta televisores, pero lo mejor de todo era un enorme
fuelle de fragua que había por allí olvidado. Ademas pudimos ver lo que
quedaba de un aserradero y una pequeña bodega con unos toneles de
tamaño respetable.
Para
terminar y practicamente cuando nos ibamos pudimos echar un vistazo
rapido al generador que alimentaba el complejo, e incluso parte del
pueblo donde se ubica el reformatorio como mas tarde nos contaron.
Como broche de oro
un pequeño garaje con cuatro carruajes de la época, cada uno tenia su
función: uno para visitas, bomberos, aprovisionamiento y uno fúnebre.
Nunca pensé encontrar en un abandono algo digno de estar en un museo.
Mientras
recogiamos nuestas cosas el cuidador de la finca nos contaba historias
del reformatorio cuando estaba en activo ya que el mismo trabajo alli
durante años. Despues de darle las gracias nos fuimos a comer, sabiendo que a pasar de haber estado toda la mañana no lo hemos visto todo, pero con muy buen sabor de bosa y buen humor.
Ahora es momento de despedirse; cada uno debe volver a su respectiva casa y afrontar el lunes, pero el fin de semana ha sido inolvidable.
¡Gracias a todos!
Es un reportaje brutal; lleno de detalles; como los que me gustan a mi.
ResponderEliminar¡¡Saludos!!
Uau! Me ha gustado mucho este lugar!!
ResponderEliminarLos carros son una pasada!!
Felicidades por el reportaje!!!
Ostras con los carruajes, son autenticas piezas de museo!! No los ví, por que zona quedaban? En el edificio principal?? Geniales encuadres compañero.
ResponderEliminarPara mí también fue inolvidable, a si que...habrá que repetirlo!
ResponderEliminarFantástica esta segunda parte!