Harzgerode sanatorium

   Continuamos apurando nuestro ultimo día por la zona alemana, solo que esta vez optamos por un entorno mucho mas tranquilo y probablemente esto fue lo mas parecido a tomarse un descanso en todo el viaje. Se trata de una visita con permiso a un antiguo sanatorio de tuberculosis que se esta reconvirtiendo poco a poco en una granja escuela. Podéis ver toda la información del lugar y como contactar en su perfil de facebook por cortesía de Nalabcer.

   No vamos a hablar de como fue la incursión, ni del estado de vandalismo que encontramos ya que no hubo nada de eso en esta ocasión. Lo mas accidentado probablemente fue la llegada, desde luego anecdótica, cuando los del coche "B" nos perdimos por un camino con Adolfo al volante gracias a una jugarreta de nuestro GPS :D

   La persona a cargo del lugar ( no recuerdo su nombre ) resulto tremendamente simpático y en ocasiones divertido. Nos contó a modo de guía todo sobre el sanatorio, su historia y las actividades que estaban llevando a cabo en su reforma actual, bueno los que somos un poco zoquetes para los idiomas nos enteramos de lo justo. También nos dio permiso para campar a nuestras anchas por el lugar exceptuando alguna zona cerrada.

   Seguramente la foto mas conocida del complejo sea la pila de autopsias, a la que todos dedicamos unos cuantos disparos, aunque por turnos por que la habitación era pequeña. Yo personalmente me he permitido la licencia de darle un toque macabro a la primera foto de la entrada.

   Por lo demás no hice demasiada tomas, aunque disfrute bastante recorriendo sus tres plantas rebuscando alguna toma curiosa junto a Chenko, cosa un tanto complicada por que a estas alturas el lugar estaba ya prácticamente vacío de objetos que recuerden que clase de lugar era.

   Las paredes del pasillo infantil estaban repletas de dibujos de personajes de cuentos o dibujos animados que entre lo silencioso del lugar y la pintura desconchada resultaba bastante triste pasear por alli

Lo pedía a gritos...

   Aquí os dejo un par de fotos del sanatorio cuando aun estaba funcionando, simplemente son escaneos de postales que los visitantes podíamos llevarnos de recuerdo.

   Probablemente la única camilla que quedara por la zona, al menos a la vista. Como ya he dicho antes apenas quedaba nada que pudiera atestiguar que nos encontrábamos en un complejo hospitalario.

   Y hasta aqui nuestra visita mas tranquila del viaje. En un par de semanas nuestra ultima incursion en el pais aleman y puede que la que mas mala espina me dio, aunque realmente fue de las mas divertidas.

   No dejéis de echar un vistazo las fotos de Klovis.


Saludos.