Good bye Lenin! 2ª parte.

 Base militar soviética abandonada.

Abordamos la segunda parte de este reportaje explorando un enorme colegio de dos plantas a mitad de camino entre la zona militar y la residencial. A pesar de parar un rato a descansar y esperar a Sevilla, una vez dentro cada uno tiro por su lado, llamándonos de vez en cuando para saber la posición de cada compañero y acudiendo cuando Chenko (que registro TODAS las habitaciones) encontraba algo nuevo o algo que pasamos por alto.

   Al igual que los demás edificios del lugar se encontraba vacíos pero repleto de detalles. Lo mejor sin duda eran los murales pintados en la pared, todos ellos de corte infantil pero aludiendo al patriotismo soviético en varias facetas. Otra de las cosas que mas llamaba la atención eran unos vestuarios con aspecto de centro penitenciario como podéis observar en la foto de abajo.

   Largos pasillos, enormes salas comunes, aulas y despachos repartidos por ambas plantas daban fe de la cantidad de gente de varias edades que podía albergar el centro. La mayoría de las habitaciones estaban vacías, en otras encontrabas cosas que te sorprendían. De hecho Chenko encontró en una pequeña habitación bajo una escalera, una pared entera forrada con posters y pegatinas de Michael Knight y el coche fantástico, que a la luz de las linternas resulto bastante inquietante, por decir algo. Nos llamo la atención en el lugar una cancha de baloncesto, un aula con una pared de madera de la que colgaban algunos de los caracteres del cirílico en pequeñas tablitas de madera, por lo que seria un aula de preescolar y recuerdo personalmente una habitación que olia particularmente mal y donde entro un chico a toda prisa gritando el nombre de uno de sus amigos y al encontrarme tomándole una foto se quedo bastante perplejo.

   Continuamos recorriendo la base y sus edificios hasta dar uno en particular que tenia rejas en todas sus ventanas. Aunque antes de entrar encontramos frente a el varios garajes un un curioso merendero de madera techado con bancos y mesas que, enseguida reconocimos por una foto del Google earth, así que decidimos parar allí para comer y de paso aligerar algo de peso en la mochila.

Mientras terminabamos los correspondientes bocatas y recogíamos la basura, Chenko se metió dentro para ver de que se trataba, aunque todo apuntaba a que era un calabozo. En los pisos de arriba solamente había habitaciones vacías pero el sótano tenia mas interés. La escalera que conducía abajo era de madera y no ofrecía mucha seguridad así que accedimos por una de las ventanas que no tenia rejas.

Efectivamente allí encontramos varias celdas, donde en lugar de camastros o algo similar había simplemente una estructura de tablas para que se tumbaran los presos. Disculpad por la foto desenfocada, pero es que sin querer borre la que no debía y cuando me di cuenta ya era demasiado tarde para repetirla.
También había un único lavabo, que supongo que usarían bajo la vigilancia de los guardias.

  A pocos metros de allí y lindando con la parte militar encontramos una pequeña casa que resulto ser una sauna con piscina incluida. No permanecimos mucho allí ya que al pisar el suelo en ciertas zonas este se hundía como si fuese de goma.

Antes de proseguir echamos un vistazo entre los bloques de viviendas militares y entramos en un enorme cuartel. No ofrecía nada a parte del mojado papel que forraba las paredes y que yacía en el suelo dejando al descubierto algunas imagenes de periódicos sobre los que estaban pegados. Existía además una sala de mapas en la que ya solo quedaban trozos de estos puesto que habían sido arrancados y estaban esparcidos por todo el edificio.

   Y hasta aquí la segunda parte y ya preparando la tercera y ultima, que es sin duda mi favorita.